Se dice que en un partido de fútbol, la hinchada de un equipo es el jugador número 12. ¿Cuánta verdad existe en esta afirmación?
El 28 de septiembre de 2018 se jugaba la fecha número 6 del Torneo Clausura, la “U” perdió su partido de visita frente al Ayacucho F.C. y con este resultado el equipo merengue finalizaba la fecha en el penúltimo lugar de la tabla del acumulado y esta incómoda posición lo condenaba al descenso.
Hasta esta parte del año, el equipo no encontraba un estilo de juego ni tampoco mostraba la confianza suficiente para poder remontar los malos resultados que lo venían acompañando fecha tras fecha.
Mucho tuvo que ver el castigo impuesto por la ADFP contra el equipo merengue de no poder contratar jugadores durante la primera mitad del año 2018 para poder afrontar el Torneo Descentralizado, ya que el plantel estudiantil estaba formado en su mayoría, por juveniles que aún no habían debutado en Primera División.
Llegaba la fecha número 7, la “U” recibía de local al Club Sport Huancayo en el Estadio Nacional de Lima. Si el equipo merengue quería salir de la incómoda posición en la que se encontraba, estaba obligada a ganarle el partido al cuadro huancaíno de cualquier manera, poco importaba a estas alturas si se jugaba bien o si se jugaba mal, poco importaba el cómo; lo único que importaba era que el equipo logre los 3 puntos.
Esto lo entendió muy bien el verdadero hincha del Club Universitario de Deportes y lo demostró al estar horas antes de este cotejo afuera del Hotel Sonesta (donde se encontraba concentrando el cuadro merengue) arengando a los jugadores y haciendo una caravana desde dicho hotel hasta el Estadio Nacional.
Desde las afueras del Hotel Sonesta, los hinchas merengues estaban con banderolas, pancartas de apoyo al equipo y coreaban a todo pulmón las letras de las canciones “Cómo no voy a quererte Universitario”, “Vamos merengues que tenemos que ganar”, y todas las canciones conocidas creadas para el Club Universitario. Fue entre esta multitud de personas que se comenzó a escuchar una nueva canción que acompañaría al equipo hasta el final del campeonato y decía entre sus letras lo siguiente: “Jugadores, los venimos a alentar. Esta historia es de primera, y de primera no se va”.
El hincha de la “U” se dio cuenta que la pesadilla del descenso se estaba haciendo cada vez más real y parecía algo inevitable.
Es en esos momentos de angustia, dolor, tristeza e impotencia, al ver que todo el daño que le hicieron a tu amado Club está comenzando a tener sus malos frutos cuando solamente tienes dos opciones.
La primera, abandonas el barco y dejas que “tu querido amigo” siga hundiéndose más y más o la segunda, que es dejar la garganta en el estadio fecha tras fecha, unirte con todas las personas que comparten tu misma pasión y salvar de un catastrófico final a ese primer amor de tu vida.
“La Trinchera Norte”, “Los de Oriente” y todos los hinchas de la “U” optaron por lo segundo. Fue así que junto con los jugadores y comando técnico decidieron salir todos juntos de esa posición número 15 de la tabla acumulada y con un agónico gol del argentino Germán Dennis lograron vencer al Sport Huancayo por la mínima diferencia. Con este resultado, no se lograba salir de la zona de descenso pero no caía nada mal una victoria en ese momento.
En las fechas siguientes, el cuadro de Ate lograría una importante racha de 3 victorias al hilo. La primera frente al Unión Comercio de local, la segunda frente al Binacional de Moquegua en condición de visita y el tercero frente al Sport Rosario también como local.
Estos 12 puntos conseguidos de 12 posibles conseguidos por el Club Universitario de Deportes, no fueron simplemente casualidad. Además de la garra que caracteriza al cuadro merengue, y a los 3 refuerzos que llegaron al cuadro de Ate (Alberto Rodríguez, Germán Dennis y Pablo Lavandeira) a finales de agosto de este año, se sumó el aliento del hincha del cuadro merengue que nunca abandonó a su equipo.
Los partidos que la “U” jugó de local, tanto en el Estadio Monumental como en el Estadio Nacional, dejaron a más de uno sorprendido. Los cánticos que bajaban de las gradas, algunas lágrimas que corrían por las mejillas de hinchas cremas y el deseo de esas 40 mil personas de entrar a la cancha para defender sus colores demostraron una vez más que las pasión del hincha de Universitario es muy difícil de poder describir con palabras. Cada adjetivo quedaría corto para resumir todo ese amor de niños, jóvenes y adultos mayores hacia el equipo de Ate.
Es increíble como un club de fútbol puede hacer que durante 90 minutos te olvides de todos los problemas que te aquejan, unir tu voz junto a la de miles de personas que nunca antes viste en tu vida pero por esos 90 minutos, sus mentes y sus corazones estén unidos en un mismo propósito, que durante todo este año para la “U” fue salvar la categoría y no manchar 94 años de historia con un descenso.
Respondiendo entonces la pregunta realizada al comienzo de esta crónica, la respuesta es sí.
La hinchada de un equipo de fútbol si puede ser llamada de jugador número 12 porque a pesar de todas las limitaciones y problemas que un equipo puede tener, este jugador puede ayudarte a ganar un partido de fútbol. Los hinchas de la “U” sabían de esto muy bien y muchos de ellos dejaron de ir al trabajo, a la universidad y hasta sacrificaron reuniones familiares para poder estar cerca del Club al cual le juraron amor eterno.
Esta vez no alcanzó para poder agregarle una estrella más a 94 años de pasión y gloria escrita por el club más querido y popular en el Perú pero al final de tanto sufrimiento, se logró el objetivo en las últimas fechas de Torneo Clausura, dejar a la “U” en Primera División y luchar el próximo año por poner a Universitario donde siempre debe estar, arriba de todos los demás.
Escrito por: Walter Gutiérrez