Bertha Andrés López es una madre de familia común y corriente con una familia conformada por su hijo de 12 años, y su esposo Paúl, con el quien tiene más de 14 años de relación. Siempre y como casi la mayoría de las mujeres, ella siempre quiso casarse de blanco en una enorme iglesia, así como también tener muy aparte de su hijo, una hija mujer que le pudiera hacer compañía en sus momentos de soledad.
Todo iba aparente bien con el nacimiento de su pequeño hijo, hasta que presentó fuertes de dolores de cabeza y una masa redonda atrás de la oreja, para descartar alguna enfermad grave fue al médico a hacerse un chequeo con el cual le dijeron que tenía alojado en esa zona un Tumor benigno . –En ese momento fue cuando mi pesadilla empezó- comentó ella con una sonrisa falsa en el rostro.
El principio del fin
Bertha, a los 15 años, era una adolescente llena de luz, con mucho futuro por recorrer. –Yo siempre quise conocer Egipto- profundizó. Terminando la secundaria empezó a trabajar como vendedora en una ferretería, ya que al ser menor de edad no se conseguía trabajo muy fácilmente, un día como cualquier otro estaba arreglándose y detrás de la oreja sintió un pequeño bulto del tamaño de una pepa de melón, sin embargo, no le tomó importancia porque no presentaba dolores ni malestares, y continuó su vida con normalidad.
Ella conoció al que sería su esposo a los 22 años. Automáticamente hicieron "click" y decidieron tener una relación. El mismo año ella salió embarazada de su primer y único que hijo, pero consigo también comenzó el martirio que vive hasta el día de hoy. –Los dolores de cabeza se hicieron más intensos, las punzadas más fuerte, todo se iba intensificando- Fue al médico a ver qué es lo que presentaba, en ese momento le diagnosticaron un Tumor de Parótida a las glándulas salivares. Pocos meses después fue realizada la que sería su primera operación. En ese momento ella pensó que sería la única intervención que recibiría en toda su vida.
-Un año, un año estuve tranquila. Sin dolores sin incones ni nada- Pues al año el tumor había vuelto a crecer pero esta vez en la glándula mayor, lo cual se la tuvieron que extirpar, para así poder deshacerse de dicho mal.
Nada volvió, ni volverá a ser lo mismo
Bertha, desde ese entonces, supo que su vida y la de su familia no volverían a ser lo mismo, pues el tumor volvía una y otra vez desde ese entonces. Bertha, ya con 26 años de edad y 3 operaciones realizadas, tenía que volver a internarse, volver a dejar a su hijo al cuidado de su madre y hermana para poder realizarse una vez más una operación muy costosa con la finalidad de volver a extirpar el tumor benigno que es lo que menos parecía.
-Ya no recuperará el rostro- fue lo que le dijo su doctor, pues dicho tumor había ocupado todo el vacío de la glándula mayor anteriormente retirada, en ese entonces ella sintió derrumbarse, sintió que era el fin. Su rostro con el que había vivido más de 25 años se iba a desfigurar del todo. Tomo valor, tomo fuerzas, se dijo mentalmente “O es mi rostro, o es mi vida” así que volvió a operarse. Al año continuo ocurrió lo mismo, pero esta vez tenía un poco más de esperanza, ya que le pusieron 5 hilos que tenían como función levantar el rostro, sin embargo y para su mala suerte esa felicidad solo le duró 9 meses.
Con el pasar de los años, el tumor crecía una y otra vez, en diferentes zonas del rostro y cabeza, le recomendaron una y otra vez tomar citas con el psicólogo, sin embargo por falta de dinero y vergüenza nunca asistió.
En la 8va operación, aquella mujer fuerte y decidida que era cuando tenía los 23 años y decidió realizarse la primera operación, se derrumbó –Me dijeron que tenía que hacer radio terapias, 28 sesiones- la sumergió en una depresión muy grave al punto de no que querer comer, no querer salir a la calle, e incluso no querer recibir visitas familiares debido a la caída del cabello y la oscuridad que se pronuncia en la parte de su rostro. Sin embargo supo salir delante de aquella depresión y se realizó las terapias propuestas por el doctor.
La recaída
-Tres años estuve tranquila, sin síntomas y viviendo mi vida normal como si nada de eso hubiera pasado- Y es que gracias a la radio terapia, el tumor no volvió a crecer en tres años, con el cual ella tomó para dedicarse a su hijo, a su esposo y a su familia en general.
Después de haber estado sin tumor en esos tres años llenos de felicidad, un día volvió a sentir los mismos síntomas.-Me preocupé, pero luego me convencí a mí misma que estaba psicoseada- sin embargo, ella muy en el fondo sabía que dicho tumor estaba volviendo a crecer dentro de su cabeza.
Dicha enfermedad parecía como cáncer, ya que se comportaba como tal ,sin embargo no lo era, los doctores lo denominaron carcinoma, un tumor ya maligno que crece una y otra vez, además arrasa con todo lo que se le cruza. Así fue como en la 9na operación perdió una parte de la mandíbula y tuvieron que moldearle la dentadura para que pudiera alimentarse con normalidad. –Mi pesadilla volvió a renacer- Menciono con lágrimas en los ojos, mientras tomaba un poco de agua.
La lucha continúa
A principios del año 2018 , el tumor le volvía a crecer con más tamaño en la zona de la cien comprometiendo la fosa intraocular, perdiendo poco a poco la visión. Ese fue su última operación convirtiéndose así en la 10ma, sin embargo 2 meses después el tumor volvió a crecer más feroz que nunca. Le dijeron que volviera a hacerse las radioterapias, esta vez le dieron 30 sesiones, las cuales ya realizó y con mucha esperanza aún continua a espera de los resultados que estarán listos en Diciembre para ver si el crecimiento del tumor se detuvo, o si volverá a operarse.
Hipótesis del ¿por qué?
Según la ciencia médica, el crecimiento del tumor puede producirse por las hormonas y la falta de la vitamina B12, que mayormente afecta a mujeres, que si ponemos cifras; de entre 10 mujeres solo se le presenta a una, y lastimosamente ella es una de ellas. Sin embargo Bertha tiene alguna hipótesis de a qué se debe su enfermedad.
-Cuando tenía 17 años se me incrustó una espina de una palmera, la cual nunca me llegue a sacar- Relata que hace años atrás andaba con grupo de sus amigos, en el cual una de ellas de casualidad le incrusto una espina, terminó en la posta médica, solo para curarse, más no para retirar dicha espina.
Bertha también cree que su enfermedad se pudo dar gracias a la papera que sufrió cuando ella tenía apenas 9 años de edad. Así como también contó que regresando de una noche de fiesta, se volteó en una moto y recibió golpe en la cabeza.-Todos mis accidentes siempre terminaron lastimándome en ese lugar- Mencionó riéndose como si se acordara de aquella épocas cuando hacía de las suyas.
Hospitales, medicinas, actividades y más
En toda su vida, o al menos desde que empezó a padecer la enfermedad que por tanto tiempo la torturó, y sigue torturando gastó más de 100 000 soles, solo en operaciones, muy fuera de las medicinas, transfusiones de sangre , plaquetas , tornillos y todo lo que le pedían para poder mejorar, con la ayuda de su mamá ,hermanos realizaron y realizan polladas, entre otras actividades para poder conseguir el dinero suficiente que la mantiene viva hasta el día de hoy.-Gracias a Dios las personas entienden y hasta el día de hoy me colaboran- mencionó mostrando una sonrisa alegre y agradecida.
Su esposo se endeudó con el banco, ya que para la 3era operación juntos sacaron un préstamo para poder pagar todos los gastos realizados, sin embargo, no contaron con que el tumor volvería a crecer, que no tuvieron tiempo para terminar de pagar. –Gracias al tumor mi esposo ingreso a infocorp hasta el día de hoy-
No dejarse vencer
Bertha se va a realizar las 11va operación que es muy riesgosa a principios del año siguiente, sus motores y motivos para seguir luchando son: Su hijo Cristhian de 12 años, y su esposo Paúl, así como toda su familia en general. Si bien al su pequeño hijo le afectó demasiado ver a su mamá desde que tiene conocimiento de las cosas, verla de hospital en hospital, él sabe que lo hace por su bien, y la considera como la mejor madre y la más fuerte del mundo.
Toda la familia de Bertha comenzó a ir con frecuencia a una iglesia cristiana que también es uno de los motivos por el cual ella aun esta aferrada a la vida, luchando sin dejarse vencer.-Cuando sea la hora en que Dios me diga hasta acá llegaste pues me iré feliz, sabiendo que no me deje vencer que luche hasta lo último, y dejándole un legado a mi hijo que sea igual que yo, que no se deje vencer por cosas pequeñas, que sea un luchador que la vida no es fácil- dijo con lágrimas en los ojos.
Actualmente, Bertha terminó las radio terapias que le recomendaron que se realice, y espera los resultados de esta para ver si el año próximo se volvería a operar. Terminando la entrevista, Bertha agradece y asegura que no se dejará vencer, hasta que el todo poderoso decida llevársela, afirma es una mujer fuerte y que si pudo con todo lo que le sucedió puede con más.
Escrito por : Carol Arizaga